"En la literatura sí hay una argolla"

por Liliana Fretel G.


 El joven poeta José Carlos Yrigoyen toma partido en la reciente polémica entre escritores andinos y costeños reflejando el sentir de muchos autores de su generación. 

-¿Cuál es tu posición sobre el debate entre escritores andinos y costeños, representados por Miguel Gutiérrez y Fernando Ampuero? 

-Mi posición no es a favor de ninguno de los dos, pero de hecho me siento más cerca de Gutiérrez, que no sólo es uno de nuestros pocos escritores respetables, sino porque ha dicho una gran verdad: en la literatura hay una argolla -él la llama pomposamente secta- que mantiene un poder hegemónico en los medios. 


-¿Sientes que hay un grupo de personas que maneja la valoración de los escritores de manera sectaria? 

-Sí, por supuesto. Sus nombres los dije alguna vez: Ampuero, Cueto, algunos poetas mayores o menores y los mayordomos de la argolla, es decir, los que hacen el trabajo sucio... un Vano oficio


-Los escritores jóvenes, ¿tienen la oportunidad de poder ser valorados adecuadamente? 

-Mejor repregunto: los escritores jóvenes de provincia, ¿tienen la oportunidad de ser valorados? De hecho que no. ¿Cuántos poetas provincianos o narradores jóvenes que no sean de Lima han sido promocionados en los últimos diez años? Ninguno o casi ninguno. Y Ampuero ya lo dijo: para que sean valorados, deberán ser como Arguedas. Aquí, en Lima, la meta es más modesta: hay que ser como Cueto. Es decir, casi nada.


-¿Qué escritor peruano está sobrevalorado y por qué? 

-El Tonto de la Secta. ¿Por qué? Basta leer sus libros y ver su programa de televisión para darse cuenta. Y también el egregio narrador (o embarrador) de Demonio del mediodía


 -¿Y cuál escritor peruano está injustamente postergado? 

-Oswaldo Reynoso, sin duda. Jorge Salazar, también. La ópera de los fantasmas vale más que mil Viajes Interiores juntos. 


 -¿En esta pelea, quién crees que gane? 

-Esta no es una pelea Ampuero-Gutiérrez, ni andinos-costeños. Es, simplemente, la opinión de un escritor honesto contra la de uno que prefirió la foto en el magacín sabatino a escribir bien. Es obvio que tienen que saltar chispas en una confrontación así. Yo simpatizo más con Gutiérrez, pero no comparto algunos de sus postulados sobre darle mayor importancia a la literatura no limeña. 
Hay que darle la importancia que se merece a cada género, a cada literatura, olvidando supuestas reivindicaciones. Es verdad que hay en lo escrito por Gutiérrez una cierta propensión a hacerse la víctima del infortunio, denunciando algo lacrimógenamente la situación de sus colegas provincianos. 
Pero también es cierto que escritores limeños de segunda división como Ampuero & Cía. han tenido una promoción excesiva para lo que han aportado. Y una coda: Gutiérrez es mucho más escritor que Ampuero, y por eso lo respeto y lo valoro más. ¿Cómo puede uno respetar, valorar o, en todo caso, tomar en serio a quien escribió paparruchas como Mamotreto, Miraflores Melody o Caramelo verde? ¡Por favor! 


 -Este pleito de palabras no tan bonitas, ¿es un síntoma más de la poca seriedad que se vive en el ambiente cultural? 

-Esta polémica sólo es una muestra más de que, mientras la argolla siga controlando los medios, la posibilidad de un debate alturado es nula. Cuando existan igualdad de condiciones, ya veremos.


30 junio de 2005