La ópera de los fantasmas, literatos en el fútbol

Por Víctor Patiño

Cuando escribir de fútbol no estaba de moda ni otorgaba réditos literarios, el eximio periodista de crónicas policiales, notable novelista, sibarita y empedernido ‘Don Juan’, el recordadísimo Jorge Salazar, a quien llamaban ‘Coco’ o ‘El Negro’, lanzó su impresionante ‘La ópera de los fantasmas’ (1980).

Esta novela, ganadora del premio ‘Casa de las Américas’, parte de un hecho monstruoso que carga la sociedad peruana. En un partido de fútbol para un cupo a las Olimpiadas de Tokio 1964, se enfrentaban las jóvenes selecciones de Perú y Argentina en el estadio Nacional.

La esperanza de gol era ‘Kilo’ Lobatón, un morocho del estilo de ‘Balán’ Gonzales. Anotó un tanto en la valla de un chibolo Mario Agustín Cejas, la futura víctima de ‘Cachito’ en ‘La Bombonera’, en 1969. ‘Kilo’ marca el gol y el árbitro lo anula.

Las tribunas se enervan y de la multitud sale un tipo marginal, un buscapleitos y borrachín, conocido como el ‘Negro Bomba’, que salta la ‘perrera’ y se mete a la cancha para agredir al árbitro uruguayo Ángel Eduardo Pazos.

La policía le lanza perros, que muerden al borracho y encima, los efectivos lo muelen a palazos. Esto enardeció al público, que intentó también ingresar a la cancha. El comandante Jorge de Azambuja ordenó lanzar bombas lacrimógenas a las graderías.

La gente aterrorizada intentó salir del estadio, pero las puertas estaban cerradas. Más de trescientas personas murieron el 24 de mayo de 1964. Apago el televisor.